En un mundo de hombres, Patricia Urquiola ha conseguido llegar a la cima a base de talento, inspiración y mucho trabajo.
Nació en Oviedo, estudió arquitectura en Madrid y Milán, donde se graduó. En 2001 creó su propio estudio de diseño en Milán, ciudad en la que actualmente reside y trabaja.
Su curriculum es brillante, ha aprendido con los mejores maestros y desarrolla su labor en colaboración con las mejores firmas del mercado.
Sus creaciones tienen un sello muy personal que las hace fácilmente reconocibles. El trabajo de una mujer siempre aporta un punto de implicación emocional que se refleja en el resultado. Los trabajos de Patricia Urquiola tienen alma, reflejan su forma de sentir y de entender la vida. A fin de cuentas la mujer es la única capaz de dar vida a la creación más perfecta.
Fusiona artesanía y diseño con maestría y naturalidad, transforma objetos cotidianos en pequeñas obras de arte llenas de color y movimiento. Todos tienen un toque étnico, un punto de folclore y tradición muy marcado. Sus estudios de arquitectura garantizan la perfección técnica, elemento imprescindible en un buen diseño.
Sus puestas en escena son meticulosas y perfectas. Escenarios pensados con la misma delicadeza que pondría en el montaje de una mesa para una cena familiar.
Trabajadora incansable recorre el mundo recolectando ideas, materiales y técnicas de trabajo, que reinterpreta y perfecciona.
Visualizo su forma de trabajar y automáticamente pienso en un gran taller de costura donde todos trabajan con esmero y dedicación siguiendo sus directrices. Trabajo en equipo donde cada pieza cuenta, cada detalle es importante, todo suma en el proceso de creación.