HOGAR, DULCE HOGAR.
Pelear durante meses contra un enemigo invisible nos ha obligado a reconsiderar muchas cuestiones. Nuestro orden de prioridades ha cambiado y hemos aprendido a valorar ciertas cosas que antes quedaban en segundo plano. Pasar más tiempo en casa implica una adaptación del espacio a las nuevas necesidades. Las funciones se multiplican, centro de trabajo, colegio…