El extraordinario confort de la discreta silla .03 de Maarten Van Severen, 1998 solo se revela al usarla: la carcasa de asiento, de espuma elástica de poliuretano integral, se adapta al cuerpo del usuario y, gracias a los muelles de láminas integrados en el respaldo, cede ligeramente cuando este se inclina hacia atrás.